La erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai el sábado desencadenó poderosas olas en el Pacífico Sur, poniendo en alerta a varios países, entre ellos Estados Unidos, Japón y Chile.
La erupción provocó olas de más de un metro en Tonga, una nación insular compuesta por 170 islas repartidas en unos 700.000 kilómetros cuadrados.
Estados Unidos aconsejó entonces a quienes viven cerca de la costa oeste del país que se alejaran de la playa como medida de precaución.
Algo que también pidieron a sus ciudadanos las autoridades de Japón, donde minitsunami desencadenado por la erupción dañó una serie de embarcaciones en Muroto, en la prefectura de Kochi. Se registraron olas de 1,2 metros.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) de Chile alertó inicialmente sobre la posibilidad de que un «tsunami menor» llegara a la Isla de Pascua y pidió a la población que abandonara la zona de playa.
Aunque en la noche del sábado no habían llegado grandes oleajes a las costas chilenas, en redes sociales fueron difundidas imágenes del recogimiento del mar en los populares balnearios de Biobío y Valparaíso.
«En principio, estos recogimientos podrían ser anecdóticos, aunque también es posible que el mar regrese con más fuerza. Todo lo que va, vuelve», explicó Aldea.
¿Qué pasó?
Videos en redes sociales mostraron la irrupción del agua en Tonga a través de una iglesia y varias casas. Los testigos también describieron la caída de cenizas sobre la capital, Nukualofa, donde vive la mayoría de las 100.000 personas que residen en el país.
La alerta de tsunami hizo que los residentes de este país se apresuraran a ponerse a salvo en zonas más elevadas.
La capital de Tonga se sitúa apenas 65 kilómetros al norte del volcán.
La residente Mere Taufa dijo que la erupción ocurrió mientras su familia se preparaba para cenar. Su hermano menor pensó que se trataba de bombas explotando en las inmediaciones.
«Mi primer instinto fue cubrirme bajo la mesa, agarré a mi hermana pequeña y grité a mis padres y otros en la casa que hicieran lo mismo», según declaraciones recogidas por el sitio de noticias Stuff.co.nz.
Taufa agregó que lo próximo que supo era que el agua penetraba rápido en su casa.
«Podías escuchar gritos por todas partes, gente clamando por su seguridad, para que todos alcanzaran terrenos más elevados», declaró.
De acuerdo a los Servicios Geológicos de Tonga, las columnas de gas, humo y cenizas expulsadas por el volcán alcanzaron 20 kilómetros en el cielo.
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El profesor Shane Cronin. vulcanólogo de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), dijo que la erupción era una de las más grandes de Tonga en los últimos 30 años.
«Es un evento bastante grande, al menos una de las erupciones más significativas de la última década», le dijo Cronin a la BBC
«Lo más destacable es lo rápido y violento que se expande. Este fue más grande, más amplio y produjo mucha más ceniza. Auguro que habrá muchos centímetros de ceniza depositados sobre Tonga», añadió el experto.
La erupción de ocho minutos fue tan violenta que podía escucharse como «fuertes truenos» en Fiji, a más de 800 kilómetros, según funcionarios en Suva, la capital.
(Con información de CNN)