Una familia de Mérida se encuentra herida y abandonada a su suerte con los gastos médicos, luego de usar la aplicación de “InDrive” para pedir un vehículo y transportarse.
Iris Mézquita y su bebé de dos años fueron los más lesionados y se encuentran postrados en cama, mientras que la plataforma digital no quiere hacerse responsable y mucho menos el conductor, que carecía de seguro.
Ayer informamos que una familia de tres integrantes terminó en el hospital luego de que el automóvil de renta en el que viajaban volcara por una falla mecánica.
El auto circulaba sobre el Periférico sur y al descender del distribuidor vial que entronca con la calle 50 se zafó una llanta, causando el accidente, según lo que se informó en el sitio.
Sin embargo, los pasajeros afectados señalan que esa versión es mentira, pues el hecho fue responsabilidad del chofer Rodrigo Ricardo Atocha Blanco Uc, quien “parecía drogado” e iba con exceso de velocidad.
Precisaron que no fue un auto de la aplicación “Uber”, como inicialmente se informó, sino “InDriver” y que el conductor mintió a los policías sobre lo ocurrido para no ir a la cárcel.
La madre de familia decidió alzar la voz y desmentir la información difundida en diferentes medios de comunicación.
Explicó que el auto primero se estrelló contra un poste y, como consecuencia del choque, se le desprendió una rueda, y no al revés, por una “falla mecánica”.
En el vehículo iba el conductor y en el asiento trasero la mujer con esposo, su hijo de dos años y su perrito.
En el choque y posterior volcadura, la señora y su pequeño resultaron lesionados, con heridas sangrantes. Ella sufrió fracturó de clavícula y brazo y al pequeño igual se rompió la clavícula.
Iris Mézquita relató a PRESIDIO que, al momento de abordar el auto, el conductor chateaba por Whatsapp y se dirigió a ellos con una confianza extraña, “como si nos conociéramos de años”, pero no le dieron importancia. “A lo mejor así es él”, comentaron entre sí.
Rodrigo Blanco dijo que un amigo lo había llamado para que lo vaya a buscar “pero ni modos, me cayó este viaje antes”.
Se dirigían del fraccionamiento Polígono 108, al nororiente de Mérida, hacia la colonia Xoclán, localizada al surponiente.
En el trayecto el conductor se mostró ansioso, como si estuviera bajo la influencia de alguna sustancia. Recibió varias llamadas, supuestamente del amigo, que lo estaba presionando.
“En realidad parecía que era su esposa con la que estaba peleando”, opinó la pasajera.
Dijo que Blanco Uc comenzó a manejar cada vez más rápido, hasta rebasar los 100 kilómetros por hora en el Periférico.
Cuando subía el paso a desnivel con salida a Xmatkuil, supuestamente la aplicación de la plataforma digital hizo una advertencia de voz: “En un momento sucederá un accidente. Favor de tomar precauciones”, se escuchó por el celular.
La pareja se miró, pero pensaron que tal vez más adelante había ocurrido algún percance y la aplicación estaba avisando con tiempo.
No se imaginaban que los del accidente serían ellos. Cuando bajaban del puente, el carro se fue de lado y golpeó contra la guarnición y, al volantear, contra un poste de alumbrado público.
El fuerte impacto contra el poste hizo que el auto perdiera una llanta y diera volteretas. Volcó al menos tres veces, recordó.
La mujer quedó inconsciente, pero abrazó con fuerza a su bebé. Cuando despertó no podía respirar y pensó que moriría. Estaba muy asustada, en tanto el niño sangraba y lloraba en sus brazos.
Miró a su alrededor y observó al conductor que ya había bajado de la unidad y era interrogado por policías estatales.
Los integrantes de la familia fueron rescatados del auto por vecinos de la zona. Luego llegaron los paramédicos.
Iris logró escuchar las declaraciones de Rodrigo: que la llanta se salió al vehículo y por eso perdió el control del volante. Esa fue la versión que trascendió a la prensa.
“Fue una mentira para disfrazar su responsabilidad”, señaló. Pero en ese momento la pareja no alzó la voz porque el chofer ahí se comprometió a cubrir todos los gastos médicos.
Los lesionados fueron trasladados en la ambulancia al hospital T-1 del Seguro Social. Ahí operaron al bebé por tratarse de un menor de edad, pero a la mamá no la quisieron intervenir porque vive en la colonia Xoclán, fuera de la circunscripción de esa clínica.
La pareja se estaba quitando de casa de la mamá de ella, en Polígono 108.
Pasan una racha difícil porque el esposo perdió su trabajo al finalizar un contrato y vivieron unos días con la madre de la mujer.
Apenas tenían 300 pesos, pues Iris vendió su celular el sábado pasado para poder comprar pañales, toallitas y demás cosas indispensables para su hijo.
El hombre de la casa había logrado conseguir trabajo en una empresa de telecomunicaciones; sería ayudante de conductor y luego aprendería como técnico para colocar fibra de vidrio.
La situación por fin prometía mejorar. Por ello decidieron regresar a su casa desde el domingo con todas sus cosas, para que a partir de este lunes pudieran comenzar bien con su rutina.
Sin embargo, todo se arruinó. Pidieron “InDriver” porque era lo más barato y no tenían para gastar mucho.
El conductor solicitó el cobro de 110 pesos y lo aceptaron. Quedaría un poco de dinero para la semana, pues la familia de la mujer ayudó con la mitad para el viaje.
Los planes de la familia se truncaron porque el padre ya no pudo asistir al nuevo trabajo por cuidar a su hijo, ya que la madre no puede hacerlo sola debido a sus lesiones.
Además, toda su ropa, juguetes del bebé, pañales, documentos y hasta dinero se quedaron en el vehículo. Ahora no lo pueden recuperar hasta llegar a un acuerdo con el chofer, que una vez librada la cárcel decidió no hacerse responsable del accidente.
Iris organiza mutualistas y en la billetera de su esposo había 700 pesos que entregarían a su cuñada y en su cartera tenía 300 pesos.
“No me importa si me tienen que operar en el Seguro, está bien para mí, lo que quiero es que me devuelvan mis cosas, me costó mucho trabajo conseguirlas como para perderlas”.
Ella al parecer será atendida este jueves en el hospital de la T-1, pues su familia habló con el director del hospital y accedieron a operarla.
Por suerte, la empresa en la que iba a trabajar el esposo se comunicó con él; explicó su situación y ofrecieron ayuda a través de su seguro, a pesar de que no se presentó a trabajar.
Además dijeron que le darían una incapacidad para que pueda cuidar a su hijo y recibir un sueldo, pero para ello tiene que presentarse físicamente en la empresa.
Aunque los planes se arruinaron, Iris está tratando de poner todo en su lugar, lo que se vuelve difícil porque el conductor se esconde de ellos.
Aunque hizo público su caso en las redes sociales, la gente no se solidarizó, sino por el contrario, los culparon del hecho.
Entre los muchos comentarios, llamó la atención que los usuarios la criticaron por haber pedido “la aplicación más barata”, es decir, “InDriver”.
Ha insistido en explicar que sólo para eso le alcanzaba, pero ahora no recomienda usar esa plataforma, pues a cualquier persona le permite prestar el servicio sin tener seguro.
Con ayuda de su familia ha logrado averiguar acerca de Rodrigo de Atocha Blanco. Se enteró de dónde vive y que no es la primera vez que ha tenido accidentes.
El hermano de Iris Mézquita fue a visitar al chofer a su domicilio. Preguntó si se haría responsable y si los ayudaría a recuperar sus pertenencias.
De la casa salió la esposa, quien amablemente se dijo dispuesta a ayudar.
Luego entró de nuevo, pero cuando salió tenía una actitud diferente. Se negó a dar mayor información y recalcó que no harían nada por ellos.
A la publicación de Iris se le tomaron capturas de pantalla y se enteró que fue compartida en un grupo de Facebook de socios de “InDriver”. Ahí los conductores se burlaron de ella y la señalaron como una aprovechada que sólo quiere “bajar” dinero.
“Yo no estoy pidiendo dinero, ni siquiera pido ir a un hospital particular, pero sí que se hagan cargo de los gastos médicos”, sostuvo.
“Lo que más me preocupa es recuperar mis cosas, que tanto trabajo me dio conseguir, pero ni con eso me quiere ayudar el conductor”.
Ayer martes Rodrigo Blanco fue denunciado por lesiones a la familia y la querella quedó asentada en el expediente 113/2019.
A pesar de que la mujer se presentó para comprobar sus lesiones, en la Fiscalía General del Estado dijeron que “no creen que proceda”, pues las heridas “no ponen en riesgo su vida”.
“Es decir, como no me morí, las autoridades no me van a ayudar para que se haga justicia. Pero sí me enteré que el conductor demandó a su jefe en InDriver para no pisar la cárcel”.
Edoardo Manzanilla/PRESIDIO