Detuvieron en el norte de Mérida, Yucatán al jefe regional del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de Colima y Jalisco, en un dispositivo de seguridad exclusivo entre la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo) de la Ciudad de México y la Administración de Control de Drogas (DEA) en Estados Unidos.

Aldrin Miguel J. (a) “El Chaparrito” fue capturado en el norte de la capital yucateca en un operativo sorpresa y trasladado por un convoy fuertemente armado de la Guardia Nacional, militares y marinos, al hangar de la fuerzas aéreas, donde lo abordaron a un avión para ser llevado a la ciudad de México.

En los próximos días el criminal será extraditado a los Estados Unidos por la DEA, que reclama un juicio en su contra por ser uno de los líderes criminales más buscados por introducir toneladas de droga a su país.

De acuerdo con información de inteligencia de Estados Unidos, Aldrin Miguel es el jefe regional del CJNG de los estados de Colima y Jalisco, colindantes al este con el estado de Michoacán, donde también se disputan la plaza.

La DEA lo acusa de introducir en su país cargamentos de drogas y precursores químicos para la fabricación de otros narcóticos, por lo que ante la falta de acción del gobierno mexicano, será juzgado en los Estados Unidos.

El 13 de marzo del año 2022 fue detenido en Zapopan, Jalisco, considerado jefe del sector de Manzanillo, Colima. Ante su arrestó hubo seis narcobloqueos y otros incidentes, sin embargo un juez de control lo dejó llevar su proceso en libertad y “El Chaparrito” se dió a la fuga.

Desde entonces se escondió en Yucatán y vivió tranquilamente en una residencia al norte de Mérida, desde donde dirigió su organización criminal sin ser molestado por las autoridades estatales, hasta que el domingo fue detenido por las fuerzas federales que no avisaron a la Secretaría de Seguridad Pública.

El “Chaparrito” es hermano de José de Jesús J. (a) “El R32”, quien estaba en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como uno de los más buscados en dicho país y en México por delitos a la salud, tráfico ilegal y comercialización de grandes cantidades de droga.

Según la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), desde el año 2022 Aldrin Miguel se hizo pasar por un empresario en el estado de Yucatán y es un presunto socio mayoritario de la nueva plaza comercial “La Isla”, de modo que le congelaron algunas cuentas bancarias.

En la ficha oficial, consultada vía Registro Nacional de Detenciones (RND), no se especifica el lugar en el que se llevó a cabo su arresto y tampoco se menciona la autoridad que concretó su aprehensión, aunque se sabe que al momento de su captura se paseaba sin preocupación en shorts y chancletas.

Los únicos detalles incluidos en el documento aluden a las características de Aldrin Miguel, como un hombre de 160 centímetros de altura, piel morena y cabello corto color negro.

Una joven de 15 años murió electrocutada y decapitada mientras se tomaba una “selfie” en su terraza, hoy en la zona 1 de La Tina, Alta Verapaz, Guatemala.

Según testigos, la quinceañera estaba de espaldas al vacío, en el techo del segundo piso de su casa tomándose fotografías, cuando perdió el equilibrio y se fue para atrás.

Cayó con la nuca sobre unos cables de alta tensión, que la sostuvieron por algunos minutos mientras la chica recibía fuertes descargas eléctricas.

De pronto la cabeza se desprendió del cuerpo y por fin cayeron al suelo, desde una altura de unos seis metros y ante una multitud de personas.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles en el barrio El Centro, donde la víctima fue identificada como Débora Rebeca.

Un hombre fue torturado por policías municipales de Bokobá y abandonado moribundo a un costado de la carretera, el pasado martes 23 de julio.

El caso salió a la luz al darse a conocer el intento de homicidio, ya que los agentes dejaron tirada a la víctima pensando que había muerto.

Ocurrió al filo de las 12:10 de la madrugada, cuando policías detuvieron sin razón al ciudadano Erwin N., de 43 años de edad, a quien golpearon brutalmente.

Estaba sentado frente al cementerio cuando una patrulla municipal se estacionó junto a él, descendieron agentes y lo subieron a la fuerza a la camioneta antimotín.

Al menos cinco policías lo tiraron en la caja trasera, donde lo golpearon, pisaron y patearon hasta dejarlo inconsciente y con lesiones en el cuerpo.

Se lo llevaron semi muerto a dos kilómetros del municipio, donde lo aventaron en un camino de terracería con dirección a la comisaría de Kopté.

Lo dejaron malherido e inconsciente pero ellos lo daban por muerto, así que huyeron del sitio sin levantar reporte.

Sin embargo los hechos fueron vistos por testigos, que observaron cuando lo levantaron en el cementerio y abandonaron en la carretera.

Cuando la unidad se fue, los testigos se acercaron para ayudar y encontraron al hombre tendido entre la maleza, con varias lesiones en el rostro, brazos, abdomen, pecho, antebrazos, piernas y muñecas.

Lo primero que hicieron fue acudir a las instalaciones de la Policía Municipal para pedir auxilio, pero los comandantes en turno se negaron a brindar el servicio.

Sin pruebas, negaron además toda acusación contra sus compañeros e hicieron que las personas se retiraran de la comandancia, así que los testigos llamaron al 991.

Al camino de terracería llegó una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos paramédicos revisaron los signos vitales del hombre y lo encontraron vivo pero con múltiples fracturas.

Por su delicado estado de salud fue trasladado a la ciudad de Mérida, donde fue ingresado en el Hospital General Agustín O’Horán.

Cuando la víctima por fin despertó señaló de inmediato a los policías municipales pero por las circunstancias y su estado de salud, no pudo identificarlos en ese momento.

El señor Erwin N. sólo identificó a dos oficiales, “uno gordito y otro güerito” y acusó que lo detuvieron por un supuesto robo que están investigando.

Interpuso la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, que hasta el momento ha involucrado en el intento de homicidio a cinco elementos de la Policía Municipal de Bokobá.

Los oficiales fueron citados pero negaron su participación en los hechos, pese a que familiares de la víctima encontraron en la caja de la patrulla una playera negra con el logotipo de una iglesia cristiana, que su hermano le regaló y a cuya comunidad religiosa pertenecen.

Por el momento la carpeta de investigación sigue abierta pero la alcaldesa priísta de Bokobá, Rubí Alejandra Sosa Pérez, no ha emitido explicación alguna o información sobre los hechos relacionados con la Policía Municipal a su cargo.