Dos búfalos de agua, nativos de Asia, fueron avistados caminando a un costado de la carretera Conkal-Yaxkukul, hoy por la madrugada.
La aparición de estos mamíferos generó preocupación, no sólo por el riesgo que representan para los conductores, sino también por las implicaciones ambientales que podría implicar la introducción de una especie exótica a la región.
Aunque no se ha confirmado si estos dos ejemplares cuentan con los permisos necesarios para su tenencia y transporte, la situación levantó interrogantes sobre las regulaciones y el control de especies no nativas en el estado de Yucatán.
La industria de esta especie, que se introdujo a México en la segunda mitad de la década de los 90 a través de Belice, comenzó a crecer en el año 2019 hacia la zona de la Península de Yucatán, con la mira puesta en los pastizales que se dan en el territorio, a pesar de la falta de cuerpos de agua superficiales como ríos y lagunas.
Se piensa que el impacto ambiental de la presencia de estos animales, al tratarse de una especie ajena al ecosistema local, podría afectar la fauna y el equilibrio ecológico de la zona si se les permite estar en libertad.
Para la cría de este animal se extrae agua del manto acuíferos y algunos se alimentan con fibra de henequén, al ser más eficientes en la conversión de pastos y forrajes de baja calidad en carne y leche.
Yucatán tiene un clima cálido y húmedo con temporadas de lluvia abundante, condiciones que son más favorables para el búfalo de agua que para el ganado bovino tradicional, además de ser más resistentes a los parásitos.
Al área donde fueron avistados los mamíferos arribaron policías municipales, que trasladaron a los animales para su resguardo.