


Una persona fue asesinada anoche en el fraccionamiento Juan Pablo II, luego de que salió a comprar la cena y ya no regresó a su casa.
El ahora occiso, identificado como Modesto Balam, de 48 años de edad, entró a tomar unas cervezas con otro sujeto en la planta alta del bar “Taco Bel” sobre la avenida 22 por calle 57-A de dicho fraccionamiento.
Inicialmente había acudido a comprar algo para cenar, según le dijo a su esposa al momento de salir de su casa.
Sin embargo, se encontró con un conocido y decidieron entrar al bar “a tomar dos rápidamente”.
El homicidio ocurrió alrededor de las 9:15 de la noche, luego de haber estado ingiriendo por dos horas unas caguamas en el establecimiento ubicado frente al parque conocido como “La explanada”, a un costado de Aurrerá.
PRESIDIO averiguó en el lugar de los hechos que el ahora occiso entró al bar a las 7 de la noche, acompañado de un vecino, cuando apenas tenía media hora que abrió sus puertas el establecimiento.
Fueron los primeros clientes de la noche. Se sentaron en una mesa de la planta alta y consumieron siete caguamas de Tecate en total.
Alrededor de las 9 de la noche pidieron la cuenta y minutos después ya se retiraban cuando ocurrieron los hechos.
Presuntamente aún en el interior del bar discutieron, forcejearon y el ahora occiso fue golpeado y empujado por las escaleras, de donde cayó y se fracturó la cabeza y una pierna.
Sangrando de la cabeza y herido de muerte logró salir a la calle, pero no pudo avanzar mucho y se desvaneció a dos metros de las puertas del lugar, donde falleció.

El señor sangraba profusamente de la nariz y tenía sangre también en el pecho y vientre.
Testigos lo vieron salir con la cara ensangrentada, con la nariz rota y cojeando.
“Le preguntamos qué le pasó, pero no podía hablar. De repente cayó y cuando le checaron el pulso ya había muerto”, relataron.
Otra versión, según el encargado del lugar, es que todo ocurrió afuera, donde discutieron y el acompañante lo golpeó en la cabeza con un objeto contundente y sólo vio cómo cayó.
Sin embargo, presuntamente los hechos ocurrieron adentro de “Taco Bel”, pues personal de la Fiscalía General del Estado al parecer encontró rastros de sangre desde el interior hacia la calle.


El occiso vestía una playera negra y un pantalón de mezclilla azul, en tanto el otro sujeto portaba una gorra. Fue detenido por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública.
El fallecido es vecino del rumbo, habitaba sobre la calle 61 y el presunto homicida también vive en Juan Pablo II, a dos calles del primero.
Se desconoce el motivo del pleito que derivó en el homicidio, aunque la viuda no descarta el robo, ya que el difunto llevaba tres mil pesos en efectivo que le acababan de entregar.
Al lugar llegaron su esposa e hijos, que llorando no daban crédito a lo sucedido, pues no tenía mucho tiempo que lo vieron y hablaron con él. Su hija era la más afectada.
La muerte del vecino ocurrió frente a familias que estaban en una feria instalada en el parque. Sin embargo, nadie se había percatado porque había un automóvil blanco estacionado justo donde cayó muerto.

El lugar quedó acordonado por la Policía Estatal y personal de la Fiscalía realizaba las diligencias y posterior levantamiento del cadáver.
El bar fue cerrado con personas aún en su interior que no les fue permitido salir. La Policía retuvo al encargado y a un empleado para que rindan su declaración sobre los hechos.
Vecinos señalaron que todo el tiempo se registran riñas en el lugar, que recientemente ha recibido inversiones para remodelarlo.
Dijeron que los propietarios de “Taco Bell” son de fe cristiana y antes de abrir el bar vendían panuchos y salbutes, pero por algún motivo los dejan operar hasta altas horas de la madrugada, pese a los constantes escándalos.

