Una gasolinera que se construía en Motul fue clausurada hoy por violar diversas disposiciones legales y de protección civil que ponían en riesgo a la población.
La tarde de este viernes, en cumplimiento a una orden estatal, la Policía Municipal en coordinación con la Dirección Jurídica del Ayuntamiento de Motul, clausuró la obra de la gasolinera que se construía en las afueras de Motul.
Como informamos en su momento, meses antes familias enteras del fraccionamiento Vivah estaban en desacuerdo con esta gasolinera y realizaron plantones para exigir que se detenga esa obra porque ponía en peligro a cientos de personas.
La administración municipal saliente, que encabezó el alcalde Roger Aguilar “Zorro-Rata”, no hizo caso a esas demandas y continuó su construcción porque ese negocio le pertenece precisamente a él.
La diligencia de clausura efectuada hoy fue ordenada por el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Yucatán, emitida por el magistrado Rafael Rodríguez Méndez.
La acción se realizó en cumplimiento de la notificación realizada este mismo día por el actuario del tribunal y en apegado a la ley.
Cerca de las 14 horas, vecinos del fraccionamiento Vivah vieron cuando policías municipales, con apoyo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, llegaron a la gasolinera ubicada en la calle 26 con 3 de dicho fraccionamiento.
Los funcionarios municipales acataron la orden del Tribunal y colocaron cintas y sellos a todo el establecimiento en construcción.
Ante de ello, el departamento jurídico y el director de Obras Públicas del Ayuntamiento solicitaron la presencia de los encargados, pero al no encontrarse ninguno se procedió con la diligencia.
Más tarde arribaron dos personas, que dijeron ser los encargados, pero no pudieron hacer nada más que observar la acción de clausura.
Vecinos aseguraron que, además, en esa construcción todos los días ingerían bebidas alcohólicas hasta quedar borrachos y que una casa aledaña a dicha gasolinera fue dañada, pero hasta la fecha nadie ha respondido.
La vecina afectada relató que un doctor veterinario, que se ostentó como uno de los dueños cuando le reclamó y dijo que lo iba a denunciar, le advirtió que él “tira 150 mil pesos y no pasa nada” porque está “podrido de dinero”.
Durante el desalojo de los trabajadores, la Policía Municipal y la SSP encontraron botellas de cervezas y latas, por lo que los vecinos aplaudieron y agradecieron el actuar del Magistrado Rafael Rodríguez Méndez, quien fue la única autoridad que pudo frenar esto que le llamaban una “bomba de tiempo”.