Una colección de 14 vehículos de súper lujo fueron decomisados ayer en una de las casas del ahora occiso y falso empresario regiomontano José Ángel Dávila Bernal, quien fue ejecutado por sicarios en septiembre del 2024 en una plaza del norte de Mérida por presuntos nexos con el crimen organizado.

Algunos de los automóviles deportivos asegurados en la propiedad de Temozón Norte fueron dos McLaren, un 765LT y un 720S; cinco Ferraris, uno 812, dos 296 GTB y dos SF90, uno de ellos de la línea Spider; un Lamborghini Huracán Sterrato y un Mercedes-AMG GT Black Series, además de una camioneta Lincoln Navigator y una Ford Lobo Raptor, y otros tres más que de momento no fueron identificados.

También se confiscaron cuatro laptops, dos tablets, una terminal para tarjetas bancarias, tres memorias USB y 10 celulares. Sin embargo la casa fue cateada pero al parecer no fue asegurada, ya que la Fiscalía General de la República sólo informó sobre los vehículos y las pertenencias.

Además ayer por la tarde y hoy por la mañana -después del amplio operativo exclusivo de las fuerzas federales-, diferentes personas fueron vistas entrar y salir de la casa, así como un vigilante en su interior y personal lavando un automóvil Tesla blanco que desde ayer está estacionado afuera del domicilio.

“Pepe pillo”, como era conocido, acumulaba numerosas denuncias por estafas en la venta de autos de lujo y millonarias propiedades, pero cada vez que comparecía ante un juez salía de las audiencias con una sonrisa en el rostro.

A pesar de que la Policía Yucateca insistió en desvincular su muerte del crimen organizado, se descubrió que Dávila Bernal fue asesinado por sus múltiples fraudes en el sector automotriz e inmobiliario y también por negarse a devolver dinero que recibió para “lavar” de uno de los cárteles más poderosos de México, al parecer con raíces en Jalisco.










