Un hombre fue apuñalado debajo de un puente luego de comprar su desayuno, ayer en el kilómetro 6 del Periférico de Mérida.

Compró su comida y caminó debajo del distribuidor vial con salida a la comisaría de Dzununcán, donde esperaba al transporte público.

(Fotografía de archivo, sólo de contexto)

Según declararon testigos, ahí se le acercaron dos sujetos, que discutieron con él y comenzaron una pelea a golpes.

Sin embargo, una tercera persona apareció en la escena y apuñaló al peatón, que tiró su comida y acabó gravemente herido.

Los agresores escaparon corriendo y el lesionado, de unos 30 años de edad, caminó para pedir auxilio en un puesto de “carnitas”.

(Fotografía de archivo, sólo de contexto)

Los testigos avisaron al número de emergencias pero la Policía Estatal tardó en llegar, supuestamente por el tráfico a esa hora de la mañana.

Luego arribó una ambulancia que llevó a la víctima a un hospital, mientras el área era acordonada para el trabajo de los agentes de investigación.

Los tres agresores escaparon y hasta el momento la Secretaría de Seguridad Pública no ha informado sobre su captura.

Una mujer fue abandonada bajo los efectos de alguna droga, hoy en calles del fraccionamiento Ciudad Caucel.

La obligaron a bajar descalza de un automóvil para que caminara sola, alrededor de las 10 de la mañana.

Vecinos hicieron el reporte al atestiguar los hechos y al sitio llegaron agentes de la Unidad Femenil, que pronto detectaron a la mujer.

La encontraron cuando presuntamente intentaba escalar una torre de alta tensión, en una glorieta de la calle 59 por 7.

Dialogaron con ella pero estaba desorientada y aparentemente drogada, ya que tenía las pupilas dilatadas y un comportamiento errático.

No fue posible conseguir su información, así que la llevaron a los separos de la Secretaría de Seguridad Pública para su resguardo.

Una mujer en estado de ebriedad intentó suicidarse y se lanzó al pozo donde sus hermanos murieron, ayer en el municipio de Cacalchén.

Saltó al agujero seco de unos 10 metros de profundidad, en el que sus consanguíneos fallecieron y dónde ella intentó repetir la historia.

Ocurrió por la tarde en la calle 12 por 23 y 25 rumbo a la localidad de Bokobá, en un predio ubicado frente a una agencia de cervezas.

Ahí vive ella con su hermana, de apellido Ek y apodadas como las “Totas”, quienes son conocidas bebedoras consuetudinarias.

Las mujeres, de 30 y 35 años de edad, ingieren bebidas embriagantes todos los días y ayer estaban alcoholizadas cuando ocurrieron los hechos.

Sucedió cuando una de ellas fue al baño y la otra, al quedarse sola, aprovechó para arrojarse al pozo donde sus hermanos perdieron la vida.

La hermana regresó pero no encontró a su familiar y comenzó a buscarla, hasta que escuchó sus quejidos en el interior del agujero.

Llamó a vecinos y familiares, que se contactaron con el número de emergencias y al sitio llegaron policías, bomberos y paramédicos.

Fue rescatada sólo con golpes y excoriaciones ya que se lanzó con los pies por delante, aunque, según dijeron los oficiales, “de cabeza no lo contaba”.

No fue necesario trasladarla a un hospital, así que fue entregada a sus familiares para que la cuiden.