La elevada presencia de vendedores ambulantes en calles y banquetas del centro de Mérida ha llegado al grado de causar la muerte de peatones que cruzan esa zona de la ciudad.
Por el momento no se perciben medidas de la autoridad municipal para poner un freno al desorden del ambulantaje existente en las calles del Centro Histórico, un fenómeno que ya ha cobrado vidas en los últimos meses.
A ello se suma el abrumador tráfico de unidades pesadas en las estrechas calles del centro, que se vuelven más angostas debido a los puestos callejeros y los peatones que se ven obligados a caminar en el arroyo vehicular para esquivarlos.
Apenas ayer publicamos el atropellamiento de un señor de la tercera edad sobre la calle 61 por 56 del Centro Histórico, donde murió en forma trágica al ser aplastado por un camión de transporte urbano.

En junio del año pasado, una mujer de la tercera edad fue molida en el pavimento por un autobús de la Alianza de Camioneros que la atropelló y le pasó encima.

Ese hecho ocurrió sobre la calle 67 por 58 y 60, atrás del mercado Lucas de Gálvez, con la alta concentración de puestos callejeros y poco espacio disponible para transitar a pie.
Dos meses antes, en abril, otro señor de la tercera edad fue golpeado por una unidad de transporte público en la calle 65 por 58 del centro. No fue aplastado, pero resultó con probable fractura de un brazo.
En mayo de 2018 una mujer que llevaba a su hija en brazos fue golpeada por una moto y lanzada al piso al bajar a la calle para esquivar un puesto, en la 63 por 56.
Siempre en mayo, Marilú Sánchez Indilí, de 36 años de edad, fue golpeada y enviada al suelo por una unidad urbana cuando cruzaba la calle 65-A por 56, en la zona “de las piñatas”.

Y en febrero del mismo año, José Guadalupe Serrano Santos sufrió la peor pesadilla de un peatón que camina en el centro, cuando un camión le pasó encima de un pie en la calle 54 por 65.

Además del ambulantaje, en casi todos los casos estuvieron involucradas unidades del transporte público, lo que evidencia la urgente necesidad de sacar los paraderos del centro de Mérida.
Las reacciones en redes sociales por el hecho de ayer mostraron coraje y desacuerdo por el exceso de vendedores ambulantes en el centro de Mérida que se “roban” el espacio en las banquetas.
También externaron su molestia porque los policías de crucero no dan oportunidad al peatón de cruzar las calles por dar preferencia a los vehículos.
Al respecto se intentó consultar con el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, sobre algún plan en su administración antes de que continuaran ocurriendo muertes por el ambulantaje, pero declinó hablar del tema.
El edil dio la espalda al reportero y evitó dar una postura relacionada con la trágica muerte de ayer.
PRESIDIO solicitó al alcalde una opinión, pero antes de terminar de formular la pregunta, Barrera Concha dio la media vuelta y dijo: “SÍ lo supimos y lo lamentamos. Ya tenemos un boletín de la Policía Municipal”.
En su comunicado, la Policía Municipal informó del hecho, pero tampoco ofreció una postura.
Al insistir al presidente municipal, comenzó a caminar y, a punto de abordar su vehículo para marcharse, el reportero preguntó si será solucionado el problema del ambulantaje.
“Sí, ya estamos trabajando en ello”, acotó, mientras cerraba la portezuela.
El área de Comunicación del Ayuntamiento de Mérida precisó que el Alcalde no tenía relación con el accidente y que en el lugar del atropellamiento, conocida como la esquina de “La Michoacana”, no existía “ningún vendedor ambulante”.
Se constató que en esa confluencia de las calles 56 y 61 hay por lo menos 6 venteros, la mayoría señoras que venden frutas, pepitas o kibis, en tanto que enfrente hay un puesto fijo de periódicos y revistas, aunque no era «hora pico» de peatones.
El personal del municipio ofreció asimismo agendar una entrevista con el Subdirector de Mercados como encargado de expedir y regular la presencia de vendedores callejeros, para emitir alguna postura sobre el tema.
Edoardo Manzanilla (PRESIDIO)


