#MÉRIDA Autoridades aclararon que el atentado de esta madrugada contra una trabajadora de la salud no se debió a su labor como enfermera que atiende personas con Covid-19.
Inicialmente se difundió que el incendio intencional de un vehículo esta madrugada fue por el supuesto temor de vecinos de que sea fuente de contagio para sus familias.
Como informamos, el hecho ocurrió en los primeros minutos de este miércoles mientras el vehículo estaba el interior del predio de la trabajadora de la salud, en la calle 44 entre 23 y 23 A del fraccionamiento Lindavista, al poniente de Mérida.
A las 00:50 horas, según la grabación de una cámara, dos sujetos arrojaron gasolina y prendieron fuego al auto Nissan Versa, con placas YXP-876-A, que estaba estacionado dentro de la vivienda de la enfermera Beatriz Moreno D., de 55 años de edad (https://www.facebook.com/PresidioOnline/posts/796301281203078).
Tenían el rostro cubierto, pero ambos vestían botas industriales y el mismo tipo de pantalón, al parecer de alguna empresa o institución.
Al cometer el delito mostraron torpeza y aparentemente también salieron quemados con el flamazo que los alcanzó, según se observa en el vídeo.
La trabajadora del Hospital Regional del ISSSTE “Elvia Carrillo Puerto”, ubicado en la comisaría meridana de Susulá, relató que fue despertada por una amiga con la cual comparte vivienda, cuando salió y se topó con su vehículo incendiándose.
Enseguida, y con la ayuda de unos vecinos, lograron controlar las llamas hasta la llegada de los bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los tragahumo extinguieron por completo las llamas y se retiraron. La enfermera, junto con su compañera de vivienda y una menor de edad, ya había salido de la casa.
Sin embargo, poco antes de que vuelvan a entrar al predio, según relató la afectada, el vehículo hizo explosión y volvió a surgir el fuego, más intenso, por lo cual se quemó parte de la terraza y la sala.
En entrevista con los medios, la mujer reveló que era víctima de extorsión y que días antes había recibido a su celular amenazas de muerte y exigencias de dinero porque, de lo contrario, advirtieron que “me iban a golpear y me iban a matar”.
La jefa de enfermeras también atribuyó este hecho a su profesión porque supuestamente por la pandemia mucha gente está agrediendo a los trabajadores de la salud.
Sin embargo, en su declaración ante las autoridades admitió que tiene pleitos personales con los supuestos autores del atentado, los cuales ya fueron identificados y están próximos a ser detenidos.
De fuente extraoficial se averiguó que el problema se originó por la supuesta venta de plazas laborales en el ISSSTE, por la cual la víctima del incendio habría cobrado un dinero pero no cumplió su parte, de modo que le estuvieron exigiendo la devolución de su pago o tendría consecuencias.
Entrevistada al respecto, la enfermera conocida como Bety, dijo que “no se vale que estén diciendo que fue por la venta de plaza y porquerías; soy una persona íntegra y mis compañeros saben quién soy”.
Admitió que desde hace un tiempo se subió a las redes sociales que estaba vendiendo plazas, pero sostuvo que “eso no es cierto, nadie me puede comprobar algo, sólo me querían estafar dinero”.
La enfermera pidió reportar a la Policía a cualquier persona que busque atención médica con quemaduras en cara, brazos o piernas, porque podrían ser los autores del ataque.
Después de declarar e interponer la afectada su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, mediante su cuenta de Twitter la SSP aclaró que el atentado apunta a un conflicto particular, según las investigaciones preliminares, que nada tiene que ver con la pandemia de Covid-19 y la actividad que desarrolla la enfermera.


