Los hermanos Herbé Jesús y Gibrán Herbé R.C., nietos del ex alcalde priísta de Mérida Herbé Rodríguez Abraham, tendrán que depositar en menos de 48 horas, cada uno, una garantía económica de 500 mil pesos, pues supuestamente su abuelo les donó 58 predios, cuando antes había hecho un testamento, padecía Alzheimer, tenía varios infartos cerebrales y no podía emplear las manos.
Acusados por el delito de fraude genérico por su tía Zara Ester y Herbé Jesús Rodríguez Zahui, hijos del citado político, los nietos tuvieron que comparecer ayer ante la juez de control Yazmín Ojeda Alayón, en prolongada audiencia que concluyó antes de la medianoche.
La juez Ojeda Alayón imputó a Herbé y Gibrán y les impuso, además de depositar esa fuerte suma de dinero para garantizar que puedan llevar su proceso en libertad, que firmen cada 15 días; dejen sus visas y pasaportes ante la administración de su juzgado en menos de 72 horas, para que no abandonen el Estado, y ordenó que se ponga a cada uno un grillete electrónico, porque son altas las posibilidades de que se den a la fuga.
La audiencia de vinculación se programó para las 9 de la mañana del 29 de octubre.
Durante la audiencia, sólo se aclaró una variación en cuanto al periodo en que se cometió el fraude y, al final, sólo se les pudo seguir proceso por 38 de los 58 inmuebles por los que se les denunció.
En la denuncia, se expuso que ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Estado de Yucatán, en diversas fechas comprendidas del 16 de febrero de 2015 al 11 de diciembre de 2022, los hermanos citados se hicieron de los inmuebles de su abuelo mediante argucias legales.
Es decir, que a través de engaños se adjudicaron los bienes de su abuelo, pues acudieron ante diversos notarios públicos e hicieron constar circunstancias totalmente falsas a las expresadas por su autor, es decir la voluntad real de Herbé Horacio Rodríguez Abraham, de enajenarles sus bienes, al no ser firma auténtica la impuesta en dichas escrituras.
Los fedatarios que se prestaron a dichas maniobras fueron la notario público126 con sede en Ticul, Carolina Cervantes Torre, y el notario público 65, Alejandro José Monsreal Rodríguez, sobre quienes también pesa la denuncia penal UNATD35-GC700151872023.
Los nietos manifestaban que era voluntad de su abuelo donarles diversos predios como copropietarios o a uno en específico, de manera indistinta, o bien adjudicarse bienes del difunto a través de una sucesión, mismas conductas que realizaron a sabiendas de tener conocimiento que don Herbé no tenía la capacidad para realizar esos actos jurídicos.
Lo anterior, porque desde el 14 de noviembre 2014, al realizarle una tomografía computada de cráneo, se determinó que presentaba cambios de atrofia subcortical y enfermedad multiinfarto, por lo que ya no podía tener capacidad para poder celebrar actos jurídicos derivados de su enfermedad.
Sus nietos obtuvieron así un lucro indebido al ingresar a su patrimonio diversos predios, y causándole un perjuicio en sus derechos a sus tíos Herbé y Zara, herederos legítimos.
Posteriormente utilizaron esas escrituras públicas falsas de donaciones y de adjudicaciones de herencia, para lograr su inscripción en el Registro Público de la Propiedad y Comercio.
Los hermanos Herbé y Gibrán han cambiado de domicilio fiscal para evadir impuestos y continuar su ascendente carrera de agiotistas para el despojo de propiedades y vehículos. Se les vincula con la mafia inmobiliaria de Yucatán.
Por años, ambos hermanos han cometido delitos al amparo de la ley y con la complicidad de notarios inescrupulosos como los arriba mencionados y la que fuera su secretaria, curiosamente la Cervantes Torre.
También han cambiado sus oficinas, que estaban en la calle 22 entre 7 y 9 de la colonia San Ramón Norte, para evadir impuestos y responsabilidades, así como para dedicarse libremente al agiotismo y el despojo de predios y autos.
Ahora están en el predio número 420 de la calle 30 entre 31 y 33 de Montebello, del cual también despojaron al señor Alonso González Prieto para poner un lote de autos, ya que los vehículos que logran despojar los comercializan impunemente en ese lote de nombre «Autos Park».