Con elementos reciclados de otros partidos, de los cuales chapulinearon para irse a Morena, unos al PRD y otros Movimiento Ciudadanos, las planillas de estos tres partidos quedaron integradas entre chapulines y corruptos de cara a las elecciones del próximo 2 de junio.
Morena, quien ira a la contienda de la mano de PT y el PVEM, tendrá como aliados al PRD y MC, toda vez que quienes ocupan las planillas de estos dos últimos partidos, son gente ligada al candidato morenista, Fernando Ayora Puerto, a quien apadrina bajo el agua el diputado local, Raúl Antonio Romero Chel, quien en esta elección juega doble baraja, ya que fuera del municipio presume de ayudar al PAN.
La planilla de Morena registrada en IEPAC lo encabeza Fernando de Jesus Ayora Puerto, como tercer regidor propietario Freddy Antonio Villareal Mis, registrado en la planilla como persona indígena, también aparece Rubicela Esperanza Santamaria Chulim.
El candidato a la alcaldía Fernando Ayora y aspirante a regidor Freddy Villareal, fueron pieza clave en el millonario desvió de recursos que cometió la administración de Raúl Romero.
Su desgracia y caída en el municipio dio comienzo a mediados del 2020, cuando encubrieron elementos de policía municipal que torturaron y asesinaron a un detenido.
Ocasionado que los oxkutzcabeses se revelaran contra las autoridades quienes en protesta de las malas acciones del ayuntamiento quemaron el palacio municipal.
Ya en su salida de estos ex autoridades, dejaron millonaria deudas al municipio, un desvío de $25.0 millones del ramo 33, la cual unos $2.5 millones fueron de los parques que ellos mismos programaron para la construcción en las comisarías de Xul y Emiliano Zapata.
Ahora Fernando como Morena promueve una filosofía que para el es muy sencilla “Cuando veas algo que no esta bien, que no es justo, no es noble, tienes la obligación moral de hablar y hacer algo».
Ahora los ciudadanos esperan que se manifieste, hable, que se levante y exprese sobre las administraciones de las que él fue parte, que acabaron con un palacio municipal en llamas, obras sin concluir y millones sin justificar. Tremenda mordida de lengua la del candidato, que dice no mentir, no robar y no traicionar.