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MADRE ARREBATA LA VIDA A SU HIJO DE 3 AÑOS
–Por la pandemia ocurre asesinato y posterior suicidio, luego de que a una mujer le negaron consultas y medicamentos para su trastorno bipolar
#MÉRIDA Víctima de una aparente crisis maniaca, una mujer arrebató la vida a su hijo de 3 años de edad y posteriormente ella misma se mató.
El suceso fue en la tarde de ayer lunes, pero se descubrió hasta la noche cuando el papá llegó del trabajo a su casa en el fraccionamiento Las Magnolias de Chuburná.
El predio 301-A donde fue el homicidio y posterior suicidio permanece acordonado, sobre la calle 53-A por 52 y 54 de dicho fraccionamiento al norponiente de Mérida.
Aunque aún se realizan las indagatorias para determinar cómo fueron los hechos, PRESIDIO pudo averiguar que la señora de 38 años de edad padecía trastorno bipolar.
Las versiones recogidas por este medio en el lugar de los hechos señalaron que la mujer, de nombre Sugey, atravesaba por crisis nerviosas y su estado emocional había empeorado debido a la pandemia y a la negativa de atenderla en consulta.
La mujer vivía a base de medicamentos para controlar su depresión maniaca –originada por la alteración de las sustancias químicas y las estructuras del cerebro-, pero se le habían agotado, de modo que acudió a consultar pero en la clínica le dijeron que por el momento no era posible porque estaban enfocados en la pandemia.
Al momento de suceder los hechos la mamá se encontraba sola en su casa con el pequeño.
Se desconoce qué fue lo que detonó el episodio maníaco, pero mató a su hijo asfixiado, al parecer con una almohada.
El cuerpo del niño, que cumpliría 4 años en octubre, no presentaba heridas, ni marcas de violencia.
Al darse cuenta de lo que había hecho, la mujer se mató luego mediante el ahorcamiento.
Cuando su esposo llegó, alrededor de las 9:30 de la noche, encontró la casa con candado en la reja y colocado el seguro en la puerta principal, de modo que tuvo que forzarla para poder entrar.
Al ingresar a la habitación encontró a su mujer colgada y sin vida, y en la cama estaba su hijo inmóvil y de color morado.
El señor había enviudado años atrás y hace dos años contrajo nupcias con su segunda mujer, con quien tuvo un hijo al que le pusieron de nombre Jaguid.
La señora había manifestado que no se sentía bien por falta de los medicamentos para tratar su depresión maniaca, estaba agobiada por la pandemia y en alguna ocasión dijo que “no aguanto, creo que me voy a matar”.
Sin embargo, sus familiares no pensaron que esto pudiera suceder, aunque sabían que padecía fuertes episodios de crisis nerviosa. El tratamiento para ello suele ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos y psicoterapia, pero la mujer no los había conseguido en últimas fechas.
Al lugar llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, que tras verificar el reporte procedieron a colocar cintas amarillas en toda la cuadra, en espera de la llegada de personal de la Fiscalía General del Estado.
Los agentes de la Policía Estatal Investigadora entrevistaban al padre de familia que se le veía abatido, pues eran su adoración, según manifestaron parientes que llegaron al lugar pero no pudieron ingresar debido al cordón policial.
Pasada la medianoche arribó el Servicio Médico Forense para recoger ambos cuerpos y trasladarlos a sus instalaciones para los fines legales correspondientes.
Tres incendios registrados este día en distintos puntos de Kanasín afectaron un total de 45 hectáreas de maleza.
En su combate, participaron la Policía Ecológica y Municipal, Protección Civil, Bomberos y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El primer incendio se reportó a las 11:25 horas en la carretera Acanceh-Chetumal, cerca de unas bodegas industriales.
Horas después, a las 13:45, se registró otro en el Polígono San Pedro. El tercero ocurrió en la calle 91 con 18C de Dzoyolá, cerca de viviendas.
Los tres siniestros fueron controlados sin riesgo para la población. Según los brigadistas, el efecto lupa fue la causa de los incendios, por lo que se recomienda evitar tirar basura y botellas de cristal en zonas abiertas.
Personas privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Social de Mérida (CERESO) recibieron la visita del arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, quien encabezó la misa por el Jubileo.
A su llegada, el arzobispo fue recibido por el director del CERESO, Francisco Javier Brito Herrera.
Brito Herrera le manifestó su agradecimiento por acompañar a los privados de la libertad en estas fechas próximas a semana santa.
Ante unos 600 hombres y mujeres ahí reunidos, quienes cumplen diversas sentencias, el prelado habló sobre la misericordia de Dios.
De la misma forma comentó que el jubileo es la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria y se presenta cada 25 años.
“No hay pecado que no alcance el perdón de Dios, a lo mejor al hombre le da trabajo perdonar, pero a Dios no”, mencionó Rodríguez Vega.
Durante la semana mayor, se tiene previsto el regreso del arzobispo para llevar a cabo la ceremonia de lavado de pies.
Los privados de la libertad también realizan un viacrucis que atraviesa por patios y pasillos de la institución, y termina con la representación de la crucifixión a espaldas del auditorio.
En el CERESO, se realizan actividades educativas, deportivas y laborales que tienen como objetivo lograr la reinserción social de los privados de la libertad.
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