
Como no pudo ser vinculado a proceso por el delito de feminicidio, al presentar un ataque de ansiedad, el canadiense Jean Paul Lavoie, de 76 años de edad, tuvo que ser ingresado al Hospital Psiquiátrico Yucatán para su recuperación y valoración.
El juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda fue notificado, por conducto del abogado defensor del imputado, que el extranjero estaba indispuesto y se le tuvo que dar apoyo psiquiátrico.
Luego de la audiencia de imputación, el cónsul de Canadá con oficinas en Cancún, llegó al Centro de Justicia Oral de Mérida para socorrer a su compatriota, pues no había sido notificado con anterioridad y supo de su caso por medio de las redes.
Se estableció también que los agentes aprehensores cometieron violaciones al debido proceso, pues “interrogaron” al extranjero sin la presencia de un intérprete, un abogado defensor y un representante de su país, además que dicha labor no está dentro de sus funciones.
También que la medida cautelar que se le impuso al procesado, de prisión preventiva, evidentemente fue violatoria de los derechos humanos.
El extranjero, al contar con 76 años, no puede ser objeto de dicha medida cautelar, porque la edad límite para estar en la cárcel es la de 70 años.
En caso que fuera hallado culpable, se le puede mandar a compurgar su condena a su país, siempre que sea necesario.
Durante la audiencia inicial, se estableció que Jean Paul, el mes de diciembre pasado, estuvo ingresado en un hospital, pues empezó a presentar trastornos mentales y se le administraron calmantes.
En una prueba de laboratorio salió a relucir que cuando lo detuvieron dio positivo a intoxicación con benzodicepinas.
Sin embargo, fue declarado formalmente preso e imputado por el delito de feminicidio, al establecerse que fue quien golpeó en el rostro, infligió 11 heridas en cara y cuello y estranguló con el cable de una aspiradora a su esposa, Henriette Marie Josepeh Carmen Le Saux, de 85 años de edad.
Lo anterior tuvo lugar, en el interior del predio que habitaban desde hace 15 años, ubicado en la calle 69 entre 74 y 76 del Centro de Mérida, conocida por el rumbo como “La Madame”, con cuyo cadáver estuvo conviviendo por más de un día.
De esta forma, la Fiscalía General del Estado estableció que el 24 de enero, a eso de las 18:00 horas, el ahora procesado golpeó a su esposa y que primero la atacó en el rostro y después la acuchilló en la cara y cuello, y la remató al asfixiarla con el cable de una aspiradora.
El hecho delictuoso se descubrió al día siguiente, cuando el ahora procesado salió a la calle y se dirigió a una lavandería y tintorería ubicada a dos casas de su vivienda, donde le dijo al propietario que había matado a su mujer.
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