#YUCATÁN Una gresca se armó entre los reos del penal de Mérida y dejó a varios reclusos con heridas de arma blanca, presuntamente provocada por un narcotraficante que se encuentra recluido.
Por la gravedad de sus lesiones, dos de los internos requerían ser hospitalizados pero no fueron sacados de la prisión, sino que fueron atendidos en la enfermería del penal.
Ayer en forma oficial el gobierno del estado informó que la noche del jueves se registró un enfrentamiento entre los internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida.
“Fue controlado oportunamente por autoridades del penal y dejó a 2 personas con lesiones menores, por lo que no fue necesario su traslado al hospital”, indicó en un boletín.
Según la versión oficial, el incidente ocurrió en uno de los módulos cuando 3 sujetos trataron de reñir e involucró a otros de sus compañeros, que intentaron separarlos y se generó el “conato de enfrentamiento”.
Después del hecho, dijo el gobierno, los internos retornaron a sus áreas correspondientes y las actividades continúan con normalidad.
Según una versión extraoficial, el pleito ocurrió aproximadamente a la 1 de la madrugada del jueves y se convirtió en una gresca con varios internos involucrados por órdenes del reo Armando Bautista Epitacio, quien purga una condena por narcotráfico.
El líder del cartel de “Los Epitacios” que opera en Yucatán agredió a un interno que se negaba a vender la droga que supuestamente esta persona introduce al Cereso.
La información señala que Bautista Epitacio golpeó al reo, junto con varios celadores y con la complicidad del jefe de seguridad conocido como “Ramón”.
La golpiza provocó la inconformidad de los demás internos, que al enterarse se amotinaron y acudieron al módulo donde se encuentra el narcotraficante.
“En lugar de dar la cara, corrió y se encerró en su cuarto, pero ofreció dinero a otros reclusos de su módulo para que enfrentaran al grupo que había ido a reclamarle”.
Esto ocasionó una gresca entre los internos del módulo B-2 con el módulo D, en la cual salieron a relucir armas blancas y resultaron varios heridos.
Entre los lesionados se menciona al interno Santiago Martínez Giménez, quien sería hijo de Daniel Martínez Núñez, señalado como uno de los socios de Armando Epitacio para introducir al estado más de toneladas de marihuana cada mes.
Reportes periodísticos consignan que el 13 de octubre de 2013, el hoy interno Bautista Epitacio (a) “El Lic” o “La Hamburguesa”, fue detenido cerca de la Central de Abastos de Mérida por venta de droga. Al momento de su detención tenía armas de fuego y diversas cantidades de estupefaciente.
En ese entonces se dijo que intervino el jefe de la Policía Yucateca, Luis Felipe Saidén Ojeda, y sin mayores explicaciones fue puesto en libertad.
El delincuente siguió con sus actividades y cinco años después –el sábado 29 de diciembre de 2018- circuló la fotografía de una narcomanta que fue colgada en los arcos de la entrada a Muna y que señalaba: “Saidén Ojeda y sus perros comandantes dan protección a Armando y Wílbert Epitacio”.
Luego de la bronca ocurrida en el penal meridano, familiares de los internos fueron avisados la misma madrugada del enfrentamiento que requirió la intervención de la SSP porque se salió de control y superó a los custodios del penal.
Los familiares de los reclusos manifestaron su preocupación porque les negaron información sobre lo sucedido, pero lograron averiguar que los heridos no fueron llevados a hospitales especializados y tuvieron que ser atendidos en la enfermería del reclusorio.
Señalaron que hace más de un mes que no se permite que lleven mercancía a sus familiares internos y más de dos meses que no reciben visita debido a las medidas adoptadas por el coronavirus.
Sin embargo, con el consentimiento del jefe de seguridad en el Cereso, al interno Armando Bautista Epitacio le llevan despensa y alimentos todos los días, además de “visitas conyugales” con mujeres extranjeras, señalaron.
