
Un empleado de la planta procesadora de cerdos «Kekén» perdió la vida manera trágica, en el interior de dichas instalaciones, al ser aplastado por un elevador.
El trágico hecho ocurrió anoche en la planta, ubicada en el kilómetro 8 de la carretera a la comisaría de Poxilá, pero los directivos de la empresa intentaron ocultarlo.
Según información recibida por PRESIDIO, el fatal suceso tuvo lugar durante la hora de receso de los empleados del turno nocturno, alrededor de las 7:30 de la noche.
Testigos narraron que una pareja de trabajadores al parecer decidió usar un elevador defectuoso en el área del mezzanine.
Lamentablemente, señalaron, se reventó una cadena que sostenía el aparato en lo alto. El ruido alertó a la mujer, que logró salir del lugar (algunos dicen que alcanzó a ser golpeada), pero no así el joven, el cual terminó aplastado y falleció al instante. El trabajador tenía unos 22 años de edad.
Empleados dieron aviso al personal de seguridad y, éste a su vez, siguió el protocolo de informar primero de manera interna, tras lo cual los directivos tomaron la decisión de no dar parte a las autoridades, ni llamar al número de emergencia debido a que hubo un fallecido adentro.

Una segunda versión señala que ambos trabajadores realizaban trabajos de limpieza en el área de mezzanine, subidos ambos en una misma escalera.
Supuestamente perdieron el equilibrio y cayeron de una altura de cinco metros, perdiendo la vida el varón al golpear la cabeza en el piso.
En ambas versiones se coincide en que el joven falleció al instante en el lugar y la mujer quedó lesionada de gravedad y llevada al hospital en una ambulancia particular.
Hoy al mediodía se aseguró que la lesionada también perdió la vida en el nosocomio, con lo cual sumarían dos muertos en Kekén, pero esta información no pudo confirmarse de manera plena.
Debido a que lo sucedido ahí fue considerado delicada por los directivos, decidieron no dar parte a las autoridades, ni permitirles el acceso a las instalaciones con tal de no evidenciar que algo ocurrió ahí.

Esto hizo recordar lo sucedido en la planta de Bachoco, donde fallecieron dos trabajadores y se negó el acceso a las autoridades para las investigaciones. También intentaron ocultarlo a la opinión pública, aunque PRESIDIO confirmó el hecho en vivo: https://www.facebook.com/share/v/1BkiuoqB9u/
En Kekén, a todos los empleados presentes anoche en el suceso les revisaron sus teléfonos para asegurarse que no tomaron fotos y vídeos. Pero todos fueron amenazados hoy con correrlos si comentaban y difundían los lamentables hechos.

La Policía Municipal de Umán fue la primera en enterarse debido a que fue notificada por algunos empleados inconformes con el actuar de la empresa.
Cuando los elementos llegaron, en las puertas les dijeron que «no había pasado nada» y que era falso el reporte.
Sin embargo, observaron luego la llegada de dos ambulancias de empresas privadas y lo notificaron a su central.
Tras ello también llegó personal de la Fiscalía General del Estado y de la Policía Estatal de Investigación (PEI), a los cuales igual se les negó el acceso luego de hablar con gerentes y directivos.
Por más de una hora estuvieron afuera las autoridades, hasta que llegaron familiares del fallecido y a gritos exigieron que se les informara sobre lo ocurrido y los dejaran pasar.
Sólo así se permitió el paso a la Fiscalía y la PEI, ante quienes no tuvieron más remedio que reconocer que sí había una persona fallecida.
Sin embargo, se les pidió que no lo difundieran ni dieran información a la prensa, para lo cual hicieron diferentes llamadas «hacia arriba» por órdenes de los miembros del Consejo Directivo, que están asociados con familiares del ex gobernador Mauricio Vila.