Un hombre fue torturado por policías municipales de Bokobá y abandonado moribundo a un costado de la carretera, el pasado martes 23 de julio.
El caso salió a la luz al darse a conocer el intento de homicidio, ya que los agentes dejaron tirada a la víctima pensando que había muerto.
Ocurrió al filo de las 12:10 de la madrugada, cuando policías detuvieron sin razón al ciudadano Erwin N., de 43 años de edad, a quien golpearon brutalmente.
Estaba sentado frente al cementerio cuando una patrulla municipal se estacionó junto a él, descendieron agentes y lo subieron a la fuerza a la camioneta antimotín.
Al menos cinco policías lo tiraron en la caja trasera, donde lo golpearon, pisaron y patearon hasta dejarlo inconsciente y con lesiones en el cuerpo.
Se lo llevaron semi muerto a dos kilómetros del municipio, donde lo aventaron en un camino de terracería con dirección a la comisaría de Kopté.
Lo dejaron malherido e inconsciente pero ellos lo daban por muerto, así que huyeron del sitio sin levantar reporte.
Sin embargo los hechos fueron vistos por testigos, que observaron cuando lo levantaron en el cementerio y abandonaron en la carretera.
Cuando la unidad se fue, los testigos se acercaron para ayudar y encontraron al hombre tendido entre la maleza, con varias lesiones en el rostro, brazos, abdomen, pecho, antebrazos, piernas y muñecas.
Lo primero que hicieron fue acudir a las instalaciones de la Policía Municipal para pedir auxilio, pero los comandantes en turno se negaron a brindar el servicio.
Sin pruebas, negaron además toda acusación contra sus compañeros e hicieron que las personas se retiraran de la comandancia, así que los testigos llamaron al 991.
Al camino de terracería llegó una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos paramédicos revisaron los signos vitales del hombre y lo encontraron vivo pero con múltiples fracturas.
Por su delicado estado de salud fue trasladado a la ciudad de Mérida, donde fue ingresado en el Hospital General Agustín O’Horán.
Cuando la víctima por fin despertó señaló de inmediato a los policías municipales pero por las circunstancias y su estado de salud, no pudo identificarlos en ese momento.
El señor Erwin N. sólo identificó a dos oficiales, “uno gordito y otro güerito” y acusó que lo detuvieron por un supuesto robo que están investigando.
Interpuso la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, que hasta el momento ha involucrado en el intento de homicidio a cinco elementos de la Policía Municipal de Bokobá.
Los oficiales fueron citados pero negaron su participación en los hechos, pese a que familiares de la víctima encontraron en la caja de la patrulla una playera negra con el logotipo de una iglesia cristiana, que su hermano le regaló y a cuya comunidad religiosa pertenecen.
Por el momento la carpeta de investigación sigue abierta pero la alcaldesa priísta de Bokobá, Rubí Alejandra Sosa Pérez, no ha emitido explicación alguna o información sobre los hechos relacionados con la Policía Municipal a su cargo.