La decisión de suspender por solo unos días y con goce de sueldo, al comandante de la Policía Municipal de Kinchil, Abraham Solís Castillo; ha generado indignación.
Los habitantes consideran la medida como insuficiente, ante las diversas denuncias de abuso de autoridad.
El caso que desató el enojo ciudadano fue la denuncia de Luis A.C., alias “Dino”, quien aseguró que el pasado 10 de febrero fue detenido arbitrariamente.

Según Luis, se encontraba ayudando a una adulta mayor a cerrar su restaurante. En un momento dado, los agentes lo esposaron, lo lesionaron y lo trasladaron a la cárcel.
Al ser liberado, descubrió que su billetera con tarjetas bancarias y $17,000 pesos en efectivo habían desaparecido.
No se le aplicó ninguna multa, lo que generó sospechas sobre un intento de compensación encubierta por parte de las autoridades.
Ante estos hechos, los pobladores exigieron la destitución definitiva de Solís Castillo, quien ya contaba con antecedentes de represión.
Sin embargo, solo fue suspendido temporalmente con sueldo íntegro, lo que desató aún más molestia entre la comunidad.
«Literalmente le dijeron: ‘cámate afedo pofavor y regresa, pero cálmate’», ironizó un ciudadano sobre la impunidad del comandante.
El Alcalde Irvin Pisté Canul no ha tomado medidas más severas contra el mando policial, lo que ha despertado sospechas de una posible protección desde el Ayuntamiento.

Mientras tanto, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tienen en su poder dos denuncias formales contra la corporación municipal.
Los pobladores esperan que las autoridades estatales y federales intervengan para evitar que los abusos continúen y garantizar la seguridad sin temor a represalias.
También, exigen mayor transparencia en la difusión de boletines oficiales sobre detenciones, como ocurre en otros municipios y en la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán (SSP).