


El aguacero que cayó ayer sobre la ciudad de Mérida formó un enorme charco con electricidad en el cual casi pierden la vida dos jóvenes.
Por fortuna ambos se salvaron, pero quedaron con lesiones y pérdidas económicas que no han sido atendidas.
Israel Acosta Zetina, de 22 años de edad, caminaba anoche con su novia Ireri Nailea Concha Torres, de 21 años, sobre la avenida José Vasconcelos (calle 34 diagonal) que une la zona de Altabrisa con Los Pinos.
Eran alrededor de las 7:30 de la noche cuando los jóvenes iban sobre la banqueta junto a una barda en dicha arteria, la cual estaba inundada.
Caminaban rumbo a tomar el camión que los llevaría a casa después de trabajar, con el agua hasta las pantorrillas.
De pronto, cuando llegaron a la altura de la calle 9-A de la colonia Maya, al pasar frente a “Johnny Rockets” de la plaza UpTown, sintieron que el agua estaba electrificada.
Presas del miedo, los muchachos siguieron avanzando sobre el enorme charco, intentando salir del agua, cuando Israel perdió el equilibrio.
Al evitar caer, el reflejo del joven lo hizo tocar un poste de alumbrado público cercano.
Fue cuando la pareja, que iba tomada de la mano, recibió una descarga eléctrica que hizo caer a ambos de espaldas al agua.
Por unos instantes quedaron inmovilizados en el piso, cubiertos por el agua.
Relataron que la descarga eléctrica no les permitía moverse y, como pudieron, lograron levantarse.
Al caer Ireri Nailea tragó parte de las aguas negras, en tanto su novio sufrió lesiones de quemadura en una mano.
Los jóvenes salieron de trabajar del local de fiestas “Toy Word”, ubicado a unos 150 metros del sitio donde se localiza el poste de la descarga.

Tras el incidente, los muchachos acudieron acompañados de sus padres a denunciar los hechos a la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, no les aceptaron su querella sin un dictamen médico previo.
Entonces se trasladaron a una clínica del Seguro Social, donde los atendió un médico pasante que les dijo que eran “sólo rasguños”.
Además de las quemaduras, el joven reporta dolor en todo el brazo y en la espalda. La muchacha se queja de dolor estomacal.
Además Acosta Zetina perdió la vista, pues padece miopía y astigmatismo, y en el incidente extravió sus lentes en el agua.

La esquina donde sucedieron los hechos, en cuyo muro está rotulada la ubicación del restaurante “José José”, cerca del Monumento a Las Haciendas, carece de iluminación y fue imposible encontrar las gafas del joven.
Concha Torres, por su parte, perdió sus sandalias y cargador de teléfono.
Los padres de ambos están alegres de que sigan vivos, pero decidieron lanzar una alerta en forma pública para que no vaya a ocurrir alguna desgracia ahora que han comenzado las lluvias.
La madre de la muchacha, Ireri Torres Loeza, acudió hoy a la Dirección de Servicios Públicos Municipales para reportar la situación, que considera sumamente delicada para los peatones.
Fue a la dependencia municipal por sugerencia de una vecina, aunque todavía no está claro si el poste está energizado, la barda o la banqueta debido a trabajos particulares.
También contactó a PRESIDIO para narrar esta experiencia que vivieron los estudiantes del noveno semestre de Ingeniería Mecánica y del cuarto de Ingeniería Industrial, respectivamente, ambos del Instituto Tecnológico de Mérida.
En la dependencia del Ayuntamiento ofrecieron que irían a verificarlo, según indicaron en Atención Ciudadana del fraccionamiento Yucalpetén. De no ser competencia del municipio, notificarán al particular del predio colindante.
Salma Salazar, secretaria del director de Servicios Públicos Municipales, José Collado Soberanis, ofreció que se comunicarían con la señora en el transcurso del día.

La madre de familia indicó que decidió recurrir a los medios de comunicación para hacerlo público y de esta manera “notificar a quien corresponda, ya que es un peligro si estamos hablando de descargas eléctricas en el agua».
“Es grave que un poste esté soltando electricidad y, si la lluvia se presenta, esto puede generar un daño lamentable a alguien. Urge que vayan a verificarlo”, señaló.
Por lo pronto, dijo, no hay alguien que se esté haciendo responsable de los gastos médicos generados por el incidente, además de que ella no acudió hoy a trabajar para poder atender la situación y “dar las vueltas necesarias”.