Los candidatos ya se declaran listos para competir por la alcaldía de Motul. Unos como carne de cañón, otros títeres de corruptos y otros con sombras que dañan sus ideales.
Empecemos por el partido naranja Movimiento Ciudadano, del cual su aspirante Lety Kuk Escobedo no es conocida en Motul porque vivía en Mérida y sólo por la campaña regresó a vivir en Motul.
Luego sigue Mario Peraza Ramírez, candidato del PRI, quien sólo busca seguir chupando del erario, al igual que sus “nuevos” miembros, traidores al panismo que encabeza Aremy Mendoza.
También está la sombra del ex alcalde Julián Pech Aguilar y su esposa Ave Falla, quien fue candidata del PRI y Movimiento Ciudadano en las pasadas elecciones, y veremos más adheridos que sólo buscan su bienestar personal.
En el PAN se mueve como liebre en el campo Lucio Estrella Canul, quien se siente muy confiado, pero no ve o no presta importancia a su grupo que simula trabajar para el PAN, mientras que a aquellos que sí trabajan los están reemplazando por esos que se dicen panistas “de corazón”, pero cuando ese partido estaba en sus peores momentos se fueron a otras siglas y ahora regresan para crear conflictos internos y nuevamente dividir. ¿Será la misma estrategia que utilizó el “zorro-rata” Roger Aguilar en 2018 y 2021?
A ver si los panistas despiertan a tiempo, de lo contrario sólo hablarán de su derrota.
En Morena, el candidato José Carlos “Niño” Ortega no acierta a nada, simplemente porque tiene la sombra de su jefe el actual alcalde de Motul, Roger Aguilar Arroyo, quien para seguir impune en sus presuntos delitos hizo amarres con el candidato a Gobernador de ese partido para imponer a su títere, pensando que con la nómina del municipio, unos 2,500 empleados, más de 1,300 “aviadores” y unos 2,000 votos comprados, Morena ganaría la Presidencia Municipal de Motul.
Estos son los números que manejó “El zorro-rata” en sus dos pasadas campañas, puesto que en 2018 recibió el apoyo del panista Vicente Euán, y en 2021 Roger Aguilar, con su clásica enfermedad de poder, lo mandó al carajo y logró dominar, con base en el dinero del municipio, esas casi 6 mil conciencias.
Muchos al leer estas cifras dirán que “no cuadran”, claro porque son números planeados y los resultados en la urnas fueron diferentes debido a que unos no votaron por el PRI y otros que fueron amenazados sí lo hicieron.
Entonces ¿las próximas elecciones van a ser limpias, sin compra de votos por los partidos?
Lo único que se verá en Motul es la derrama de millones de pesos en este proceso electoral, donde funcionarios públicos van a apoyar la campaña de Morena y ya vemos a los traidores apoyando a corruptos, cuando en 2018 lo criticaban y ahora están en la lista de candidatos a regidores de José Carlos Niño Ortega por Morena.
¿Habrá un buen moche?
Leemos sus comentarios.
Por El motuleño