Manuel Burgos Medina y Luis Cohuo Canté son los bomberos de la unidad 831 que salvaron la vida a “Pancho”, un perro de raza Pitbull que quedó atrapado entre las llamas y el denso humo al incendiarse una casa el viernes pasado.
Tras la publicación de PRESIDIO de que los tragahumo se pusieron la camiseta de héroes para rescatar a “Pancho” de una casa incendiada en el fraccionamiento Yucalpetén, varios lectores, que son amantes de los animales, solicitaron información sobre ellos para que no queden en el anonimato.
PRESIDIO los contactó y, después de una semana de labores por hechos recientes con el fuego, se logró concretar una entrevista, donde ambos relataron el rescate del animal en la calle 67-C entre 118 y 120-A de ese fraccionamiento al poniente de Mérida.
Los bomberos Manuel y Luis llegaron esa mañana a bordo de la pipa 831 de la SSP y de inmediato se pusieron a combatir el fuego en el predio que estaba con sus dueños afuera, pero con el can atrapado en el interior.
Los familiares y vecinos congregados en el sitio estaban preocupados por “Pancho”, al cual siempre veían al frente de la casa o en el patio, pero en ese momento en que el predio estaba envuelto en fuego y denso humo, ni siquiera ladraba.
Ante el aviso de que el perro se encontraba dentro de la casa y que la atención general estaba centrada en el animal, los bomberos de la SSP se dispusieron a entrar.

Un familiar de los dueños insistió en acceder para ayudar en el rescate, cubierto con una sudadera y una playera en la cara para protegerse del humo.
Los bomberos crearon un escudo de agua en su entorno e ingresaron juntos por la parte posterior a la casa, que estaba invadida de humo en su totalidad y a una temperatura de cientos de grados centígrados.
Los tragahumo utilizaron un tubo de Venturi conectado a la manguera para crear un efecto de cortina de agua envolvente, la cual enfriaba temporalmente el ambiente a su paso. Así se fueron abriendo camino en ese infierno.
Revisaron las habitaciones y hallaron al can en la trasera, agazapado en el clóset.
“Eso le salvó la vida”, señala Manuel, quien en anteriores incendios de domicilios ha visto a perros que no logran sobrevivir al denso humo y mueren sofocados al mantenerse de pie y alterados.
En cambio, “Pancho” se mantuvo en el interior del clóset, prácticamente acostado y en estado de reposo, sin alterarse, pues un estado de agitación pudo ser fatal para el animal, opinaron.
“Parece que el perro sabía exactamente lo que estaba ocurriendo y tuvo un buen instinto de protección, lo que lo mantuvo a salvo mientras era rescatado”.
Los bomberos consideran que por eso mismo el can no ladró, porque estuvo resguardado y mantuvo todo el oxígeno disponible para su supervivencia, hasta el momento de ser salvado, cuando la mayoría lo daba por muerto.
Manuel relata que en una ocasión le tocó ver un perrito Chihuahua que falleció en una casa que se quemó en Ciudad Caucel.
“Es triste porque los dueños lo ven como un miembro de la familia y, aunque no hubo lesionados, para ellos fue la pérdida de un familiar”.
“Una vida es una vida”, señala Luis, quien afirma que ser bombero conlleva muchas experiencias y satisfacciones al momento de salvar vidas, incluso si se trata de un animal.
Eso también les ha llevado a sufrir mordidas, como en una ocasión que Manuel rescató a un perro Pastor Alemán en el puerto de Celestún, a solicitud de un extranjero que solicitó desalojarlo de su propiedad.
Y aún con el perro embravecido, así lo llevó caminando hasta la Presidencia Municipal para que localizaran a sus dueños.
Ambos tienen 15 años de servicio y, aunque al momento no fue reconocido su acto heroico, tampoco lo estaban esperando, pues en la Secretaría de Seguridad Pública yucateca los preparan para salvar a todo ser vivo sin distinción.
Son bomberos porque les apasiona su trabajo. “Si no nos gustara, creo que no seguiríamos aquí”, señalan con una sonrisa.
Manuel Medina y Luis Cohuo tienen su base en la estación 14, ubicada bajo el puente del entronque a Ciudad Caucel y agradecen a los lectores que pidieron sacarlos del anonimato, pero “hay varios compañeros que también arriesgan sus vidas todos los días y ellos también son unos héroes”.