Mérida se consolidó como epicentro mundial de la gastronomía al albergar la Reunión Anual de la Red de Ciudades Creativas de la Gastronomía de la UNESCO.
Durante el 1 de noviembre, el Centro Cultural Olimpo fue sede de la mesa panel “Más allá del plato: la gastronomía como estrategia de ciudad”, coordinada por Carola Diez, directora de la Fundación Haciendas del Mundo Maya.
El encuentro reunió a representantes de más de 60 ciudades de los cinco continentes, que coincidieron en la importancia de equilibrar la cocina tradicional maya con propuestas contemporáneas.
Durante su intervención, Sergio Salas Yaro, director del Instituto Xreapolis de Arequipa (Perú), afirmó que los ecosistemas gastronómicos son “orgánicos, vibrantes y vivos”, reflejo de la vitalidad de las ciudades.
Añadió que esta es la primera conferencia anual de la red celebrada en Latinoamérica y destacó el modelo de gobernanza de Mérida, capaz de integrar patrimonio alimentario e innovación.
“Hoy, 64 ciudades observan a Mérida: su sostenibilidad, su cadena productiva, su identidad. Es una ciudad creativa exitosa que tiene mucho que compartir”, expresó Salas Yaro.
El especialista agregó que el intercambio entre ciudades no se basa únicamente en recetas o técnicas, sino también en modelos de cooperación, investigación y formación.

Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue el reconocimiento a doña Eulogia Poot Hoil, cocinera tradicional de Tixcacalcupul, homenajeada por su trayectoria como guardiana del saber ancestral.
“Nuestra vida está en la cocina, en lo que heredamos de nuestras abuelas”, dijo al recibir el aplauso de expertos y colegas internacionales.
Desde el sur, Mary Flor Can Canul destacó que estos espacios permiten visibilizar el trabajo de las milpas y cocinas rurales.
En este sentido, subrayó la necesidad de que las nuevas generaciones comprendan el origen de los alimentos y conserven el legado culinario yucateco.
Por su parte, el chef David Cetina, del restaurante La Tradición, señaló que la gastronomía debe entenderse también como una estrategia de ciudad sustentada en las cadenas productivas locales.
Resaltó el proyecto Instituto Casas, que ofrecerá formación gratuita en 200 municipios del estado, y enfatizó que “los mercados son el corazón de una ciudad. Ahí está la identidad y la memoria”.
La jornada concluyó con una reflexión compartida: la gastronomía es un patrimonio vivo. Desde las cocinas mayas, hasta los foros internacionales, Mérida reafirmó que tradición e innovación pueden coexistir.
Lo anterior, impulsado por productores, chefs y comunidades que mantienen encendido el fuego del saber ancestral.