El Gobierno del Estado y la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) se reunieron con empresas concesionarias del transporte público.
Esto último, para presentar un diagnóstico que advierte sobre la crisis estructural del sistema “Va y Ven” en la zona metropolitana.
La reunión fue encabezada por el secretario general de Gobierno, Omar Pérez Avilés, y el director de la ATY, Jacinto Sosa Novelo.
Señalaron que el modelo actual “no cuida el bolsillo ni el tiempo de la ciudadanía, y tampoco garantiza la estabilidad financiera necesaria para su mejora a futuro”.
Actualmente, la flota supera las 800 unidades y se recorren más de un millón y medio de kilómetros al mes.
No obstante, solo se trasladan 110 mil personas al día, lo que implica que los autobuses operan a una tercera parte de su capacidad.
Lo anterior, ha provocado que miles de familias opten por automóviles o motocicletas, duplicando el parque vehicular y triplicando el número de motos en la última década; lo que aumenta la posibilidad de los accidentes, la contaminación y el tráfico.
Ante dudas sobre el financiamiento, la ATY mostró documentación que confirma el pago completo de los 834 millones de pesos asignados al sistema para 2025; transferidos antes del 20 de julio.
El desequilibrio financiero se debe a una proyección heredada que estimó 1,711 millones de pesos por pasajes, pero se han recaudado 471 millones; lo que refleja un error de cálculo de la administración anterior.
A la fecha, la ATY ha destinado más de 1,300 millones de pesos al sistema de transporte. Sin embargo, el problema radica en que se paga por recorrido, no por traslado efectivo; dejando el servicio ineficiente y costoso.
Por ello, se acordó instalar una mesa técnica permanente que analizará los datos. Su segunda sesión será el 20 de agosto, cuando se presentará el panorama financiero completo.
“Cuando se trata de la seguridad, la salud y la economía familiar de nuestra gente, no hay espacio para la improvisación”, afirmó Pérez Avilés.